- He surcado los siete mares, he luchado con cada uno de los miembros de esa asquerosa estirpe y aun así no logro encontrarla. ¿Qué crees que deba hacer, Forion?- preguntó a uno de sus consejeros. El aludido dio un respingo, pero respondió con una voz calmada:
- Mi señor, los poderes de Sïaria son grandiosos e ilimitados, pero luego de siglos puede que cometa algún error…
- ¡Siempre me dices lo mismo!- espetó. Se paró de su trono y, chasqueando los dedos, tomó la forma de una gaviota. Sobrevoló las costas italianas por unas horas, antes de dirigirse a alta mar. Divisó un bote pesquero a la lejanía. Lo que contenía lo dejó impresionado.
- Vaya, vaya… Han capturado a uno de los hijos de la Diosa. Veamos cómo reacciona al respecto.
Hôr, con un resplandor mortecino cambió su forma a la de un pez espada y nadó ferozmente en dirección contraria al bote.
.*.
- ¡Vector ha desaparecido!
Aisa despertó sobresaltada por los gritos de los aldeanos. Vector era un muchacho dos años mayor que ella, de cabellera de un rojo intenso y ojos dorados. No sabía mucho de él, aparte de que era el hijo del hechicero de Calisto.
- ¡Ella debe ser la culpable! ¡Vayamos a su casa!
Un ensordecedor asentimiento le informó a Aisa que estaba en problemas. Prefirió salir de la casa antes de que echaran abajo su puerta.
- ¿Me buscaban?
- ¡¿Qué le hiciste a mi hijo, maldita bastarda?!
- Yo no…- no alcanzó a terminar la frase, porque tuvo que esquivar una piedra lanzada por la multitud. Luego otra, y otra más. Cuando se disponía a esquivar una cuarta roca, percibió un movimiento por uno de sus costados. Giró rápidamente y vio cómo un tritón enfurecido se abalanzaba sobre ella. Se cubrió con ambos brazos al mismo tiempo que cerraba los ojos. Pero no sintió ningún golpe. Abrió los ojos lentamente y observó a su alrededor. Todos estaban mudos y la miraban con temor. La piedra y el tritón estaban congelados. La perla de su collar estaba roja, y brillaba con el mismo color.
Aisa, estás en peligro. Ven a mí.
No debiste haber hecho eso. Apresúrate, Aisa.
La sirena llegó exhausta a la cueva. Cuando se hubo encontrado frente a la perla, se desplomó.
- ¿Qué sucedió?
- Creo que nos hemos precipitado. Nuestro encuentro ha despertado ciertas habilidades en ti.
- Yo… ¿yo congelé a ese tritón y a esa piedra?
- Sí, y temo por lo que pudo desencadenar.
- ¿Qué puedo haber provocado?
- Hace mucho tiempo que mis poderes no eran utilizados. Espero que nadie se haya dado cuenta de ello…
- ¿Hôr pudo haberlo notado?- Aisa estaba horrorizada.
- Esperemos que no… Debes controlarte, pequeña.
- ¡Ni siquiera sé qué fue lo que hice!
- Debes aprender a sentir esa energía que fluye por tus venas. Otro error como éste y estaremos muertas.
- No puedes ser tan injusta. Hace sólo un día que sé que llevo parte de una diosa dentro mío. No me pidas autocontrol de fuerzas que no manejo ni comprendo.
- Lo siento, Aisa… Es solo que estoy asustada. Y no sólo por lo que acaba de suceder. Los humanos tienen a uno de mis hijos. Una de mis creaciones.
- ¿Vector? ¿Vector ha sido capturado?
- Sí.
La joven estaba muda. ¿Cómo era posible? Nunca, jamás en toda la historia de su raza habían sido capturados por humanos. Los habían visto, sí, pero nunca habían llegado tan lejos.
- Creo que tendremos que viajar a la superficie antes de lo que yo misma esperaba. No puedo dejarlo morir, ni que Hôr lo encuentre.
- Estoy dispuesta.- Respondió Aisa, con coraje. Más del que realmente sentía.



2 gotitas de lluvia:
CHAN
Morí *w*
QUIERO MÁS Ò.Ó!
Te adoro! ♥
MANITA! QUIERO SABER DE VEEECTOR! T^T !!
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