La joven, como todos los días, despertó temprano en la mañana. Esa era la mejor hora para explorar, ya que el resto del pueblo dormía placidamente... y no la molestarían. Se aseó lo más rápido que pudo y salió decidida. Tomó una flor azul del camino y, mientras se la ponía tras su oreja, trataba de recordar el camino más corto hacia su nuevo descubrimiento.
El paisaje era hermoso. Algas por todas partes se movían placidamente con el fluir de la corriente marina, al mismo tiempo que unos pececillos de colores jugaban alrededor de ellas. Burbujas de diferentes tamaños escapaban de lugares escondidos, los cuales ella no podía encontrar pasando tan rápidamente su vista por la arena llena de conchitas.
Su cabello azul oscuro combinaba a la perfección con sus ojos turquesa. Su piel, blanca y tersa, hacía un contraste extraño pero atractivo con el resto de las facciones. Por unanimidad, Aisa era una de las sirenas más atractivas de Calisto, pero también una de las más rechazadas. Ella no sabía el porqué de tanto rencor de su pueblo, pero ya hace años se había acostumbrado a dejarlo de lado y simplemente vivir su vida sin molestar a nadie.
-Por fin...- suspiró.
Ante sus ojos se alzaba una caverna enorme, repleta de extraños cristales que brillaban con un resplandor opaco y hermoso. Aisa había descubierto ese maravilloso lugar hace ya varias semanas, pero no había tenido la oportunidad de regresar hasta ese momento. Ellos habían aparecido a lo lejos, y tuvo que esconderse varias horas antes de lograr huir sin ser vista. Supuso que ese día estaría segura, ya que la superficie se veía peligrosa y turbulenta.
Llena de emoción, entró por fin a su nuevo refugio y comenzó a explorarlo. Era altísimo. No lograba ver su final, pero un pequeño haz de luz alcanzaba sus ojos. Siguió adentrándose en ese maravilloso lugar y luego de varios minutos lo que encontró la dejó pasmada. Sin previo aviso, todo se había expandido enormemente, dejando a la vista un espectáculo increíble. Millones de peces de los colores más inimaginables giraban sin parar con una armonía perfecta. La sirena no lograba ver alrededor de qué giraban, pero una extraña música sacó rápidamente ese pensamiento de su cabeza. Luego de un largo momento en el que Aisa se dejó llevar por la melodía, ésta se percató que la música salía de las mismas piedras brillantes que se encontraban por todo el lugar.
Pensó en los amigos a los que les podría mostrar lo que estaba viendo, pero rápidamente una sensación de amargura la invadió: no tenía amigos. No podía tenerlos. ¿Y el porqué? Ni siquiera ella lo comprendía.
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-Aisa, acércate, debo hablarte de algo importante.
-Voy papi, déjame terminar mi castillo de princesa.
-Hija, necesito que vengas ya.
-Está bien, voy…
-Estas en peligro, al anochecer te enviaremos lejos, muy lejos de aquí…
-Pero…
-¡No me interrumpas! No tengo mucho tiempo… Iras escondida en un carruaje de mercaderes amigos. No sé si volveremos a vernos y es muy probable que al lugar donde vayas no te traten de la mejor forma.
-¿Es necesario?- lágrimas recorrían las mejillas de la niña.
-Lo es. Cuando seas mayor lo comprenderás.
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Pero no lograba comprenderlo aún. Ya habían pasado quince años desde la última vez que vio a sus padres y no encontraba ninguna respuesta. Sabía que ellos estaban bien, un sexto sentido se lo afirmaba constantemente, pero muchas dudas la inquietaban. ¿Sería por ese “peligro” de su infancia que no era aceptada en la actualidad? ¿Qué infinidad de secretos le había escondido su padre de su antigua vida?
Un fuerte ruido la hizo despertar de sus cavilaciones.
-No puede ser…- dijo asustada.
Nadó lo más rápido que pudo hacia la entrada de su caverna, procurando esconderse al llegar cerca del hoyo.
Falsa alarma. Nadie se encontraba allí. Entonces… ¿Qué había sido ese estruendo?
Volvió al Lugar del Arco iris (como en su interior lo había llamado) para investigar la procedencia del ruido. Pasó varias horas explorando el enorme lugar hasta que, agotada, se dejó caer en una roca cercana. Cuando ya comenzaba nuevamente a dejarse llevar por la melodía del lugar, el estruendo volvió a repetirse, pero esta vez seguido de un fuerte resplandor. Aisa enseguida vio el lugar de procedencia: el centro del gran círculo formado por los peces.
Se acercó con cautela, preparada para huir en cualquier momento. Cuando finalmente llegó a los peces, no supo que hacer. ¿Cómo pasaría a través de ellos? Pero como si sus pensamientos hubiesen sido leídos, los animales le fueron despejando el camino.
Lo que vio la dejó tan impresionada como la estancia en sí. Una perla, la más grande que ella había visto jamás, se encontraba al centro del remolino de peces. El resplandor de sus colores se reflejaba en la perla, pero era como si esta los absorbiera por completo. Acercándose aún más, Aisa estiro una de sus manos y rozó la perla.
-Bienvenida.
Asustada, rápidamente se alejó de la perla, pero los peces ya no la dejaban salir.
-No temas, no te haré daño. De hecho, te he estado esperando.
-¿Qué eres?- preguntó la sirena. Desconfiaba enormemente de esa voz, sobretodo porque no comprendía su procedencia.
-La pregunta no es qué, sino quién soy. Yo, Aisa, soy tu pasado, tu presente y tu futuro.
-No comprendo…
-No espero que lo comprendas aún, pero con el tiempo lo lograrás.
-¿Por qué sabes mi nombre?- Su desconfianza se había convertido en una curiosidad enorme, innata en ella.
-Yo te di ese nombre, así como he nombrado a cada criatura del océano.
-¿Y por qué no te dejas ver?
-Estoy al frente tuyo.
-¿Eres la perla?
-Mi esencia vive dentro de ella. La mayor parte, en realidad. Hace años logré liberar una parte de mi para que viviera libre… Y por fin la tengo ante mis ojos.
-¿Yo?
-Así es Aisa, tú eres mi reencarnación. La reencarnación de una diosa.



4 gotitas de lluvia:
OHHHHH manita, has comenzado muy bien la historia :) ¡Qué lindo, sirenas! Jojojojo.. y lo último me recordó al encuentro de Moisés con el arbusto ardiendo.. jajaj , me puse bíblica más encima, en fin .. ¡me gustó mucho! Espero que pronto escribas el próximo capítulo, quiero saber más de Aisa, la perla y el mundo en el que vive.
Muy buena redacción, por lo demás ;)
Te queeeeeeeeeeeeeeello !
Sirenilla ! jejeje !
Me encanta la sencilléz de tu redacción (= Te está saliendo filete amiga :) Sigue con el proceso creativo luego ya? jajaja Me avisas a penas subas el siguiente capítulo,lo de la perla me dejó muy enganchada :3
Y... eso =) Amo las sirenas *.* !
Te tuesto a ti :D
Waaaaa me gusto harto, ah si pero antes que todo, Bienvenida al CEA!!! ^^
Sabes, justo antes de que dijeras que Aisa era un sirena me la estaba imaginando como Dori de Nemo [pero con memoria XD]. Me gusto mucho el inicio, esperare por una continuación ^^
Pro cierto, gracias por escuchar/leer mis ataos raros, como sabrás, no es muy común en mi no estar alegre.
Te quiero Ale! sigue así! y cambia tu Red para que te puedas unir al grupo de Facebook!!!
Puedo decirlo, puedo decirlo ?
LO-A-MÉEEEEEEEEEEEE ! *0*
Ale, you're soooo cool ! *0* Es una descripción tan bonita, tan mágica, tan asdf *0* ! Te lo juro que me colapsé entera *0* Por favor, por favor ! Continúala ! Yo exijo saber que pasa después ! Nu seas malita y no dejes a todas tus fans con las ganaaas ! >< Te adoroooo ! ^^
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